19 octubre 2011

principio histórico de la residencia del alma en el estado puro

simplemente aromas
olores ácidos que se instalan en la frente y
recorriendo hasta la nuca, lo agrio del orín
traen el recuerdo de mil fiestas en la madrugada

pimpollos humedecidos
por el rocío de la tarde
chupándolos absorbiendo lo agrio

respuestas inconscientes a motivos aún más inconscientes

entre las piedras filosas la chatarra resplandece en el claro de luna
mientras el río se desliza impaciente

se lleva todo dice el río
pero la chatarra se queda atascada entre las piedras

gemidos a las tres de la mañana me despiertan de un sueño
me doy vuelta sobre el piso y un par de medias me sirve de almohada
gemidos en la noche
sirviendo a las diosas del olvido
llenan sus vasos con vodka
beben hasta el hastío
liberan todo sus miedos dejándose llevar por la embriaguez
el olvido las atrapó

flacas piernas van delante
pasos atontados siguen un ritmo
un ritmo de tambores
una especie de hechizo
flacas piernas se pierden entre arbustos
tambaleando

que hago acá si quise ir a otro lugar
enredada con una hiedra me voy quedando inmóvil en la hierba
es una pesadilla
abro los ojos y la misma imagen llega
del cuerpo atrapado por la hiedra

los ciclos internos

sin mas la ignorancia vuelve a golpearme los tobillos

viene y yo misma la ignoro

respiraciones, miradas perdidas,
respiraciones
reveladas inquietudes

almohadón

un tibio almohadón recién descansado
tiene las huellas de la vieja siesta
por la ventana se cuela un rayo de luz

el paseo en bicicleta

había dejado de llover y
hacia unos quince minutos que mi despertador
me recordaba la asistencia a la reunión de la asociación protectora de perros perdidos
así tome la bicicleta y salí
claro que cuando llegue no había nadie
di unas vueltas por el jardín de la casa de la cultura
tome la bicicleta nuevamente y me deje llevar por la inercia
el aire húmedo en la cara
mi peinado cada vez mas esponjoso
respire profundamente un par de veces
gire a la izquierda
contemple algunos jardines de señora